Gastronomía de Oaxaca, considerada como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la Organización de las Naciones Unidas

Penetrar en el mundo gastronómico de Oaxaca es adentrarse en un universo sorprendente por su diversidad y coherencia. La cocina oaxaqueña ha sido considerada como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la Organización de las Naciones Unidas.
La gastronomía de Oaxaca ha incorporado elementos de la cocina prehispánica, y con viva imaginación ha logrado combinaciones que maravillan por su colorido, aromas y sabores. La lista de platillos que la caracterizan son interminables; sin embargo, resaltan: la famosa gama de los siete moles regionales, chapulines doraditos, empanadas de amarillo, tlayudas (grandes tortillas untadas de asiento de puerco y con frijoles), salsita de gusano de maguey, los chiles rellenos y por supuesto los famosos tamales oaxaqueños.
Oaxaca produce quesos propios como el quesillo oaxaqueño, considerado como uno de los mejores del mundo. Dentro de las bebidas, el chocolate, rigurosamente molido en metate, combinado con agua o leche, da por resultado un espumoso brebaje que puede ser ingerido frío o caliente. Además, hay que mencionar que Oaxaca ocupa el tercer sitio como productor de café a nivel nacional.
Otras bebidas particulares son: las aguas de Casilda, que se hacen de horchata con tuna y nueces, de chía o de limón rallado, entre otras frutas, y el Tecajete, bebida a base de maíz y cacao que se sirve fría.
Aunque la bebida tradicional de Oaxaca es el mezcal que, dicen los Oaxaqueños, libera el espíritu, y que es muy efectiva para abrir el apetito y poder degustar la gran variedad de los platillos que Oaxaca te ofrece.

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